Más allá de la reducción de los síntomas y hacia el compromiso con la vida

Potenciar el compromiso con la vida es un objetivo fundamental del tratamiento del TDM y amplía los objetivos más allá del control sintomático. El “compromiso vital del paciente” abarca resultados que reflejan la realización personal, el bienestar y la participación en actividades valiosas y significativas, y puede medirse mediante una subescala basada en el Inventario de sintomatología depresiva.

Los esfuerzos realizados para escuchar la voz de los pacientes deprimidos subrayan la necesidad de establecer una evaluación adecuada de los objetivos terapéuticos centrados en el paciente.1

Durante un simposio satélite del Congreso virtual del Colegio Internacional de Neuropsicofarmacología (CINP) de 2021, Melissa Paulita Mariano, de la University of East Ramon Magsaysay Memorial Medical Center, Quezon City, Filipinas, afirmó que el término “compromiso vital del paciente” comprende resultados que reflejan la realización personal, el bienestar y la participación en actividades valiosas y significativas,2 y que la potenciación del compromiso vital de los pacientes debería ser un objetivo terapéutico fundamental.

 

La potenciación del compromiso con la vida es un objetivo fundamental para el futuro

Comentó que no podemos asumir que la calidad de vida o el nivel de funcionamiento de los pacientes en remisión sintomática son satisfactorios. Muchos tratamientos no consiguen mejorar todo el espectro de síntomas y déficits funcionales que existen además de los síntomas y que impiden que el paciente logre su realización personal.3,4   

Es necesario abordar déficits funcionales que van más allá de los síntomas

Según un estudio reciente, los objetivos de los médicos no se ajustan completamente a los de los pacientes en la fase aguda del trastorno depresivo mayor (TDM).5 Mientras que el 53 % de los médicos afirmó que su objetivo principal es mejorar el estado de ánimo, solo el 29 % de los pacientes consideró que este objetivo era el que mejor reflejaba sus esperanzas. La prioridad de la mayoría de los pacientes era la reanudación de la vida familiar, social y laboral.

 

El impacto de la respuesta inadecuada está infraestimado

La respuesta inadecuada al tratamiento antidepresivo inicial (TAD) es frecuente, puede afectar de manera considerable al funcionamiento y causa frustración.6

En general, las tasas de respuesta al TAD no han mejorado durante muchos años,7,8 y los médicos pueden infraestimar su impacto. En una encuesta realizada a psiquiatras en 2018, estos estimaron que el 11 % de los pacientes sentían frustración respecto a la medicación.9  Ese mismo año, un 29,8 % de más de dos mil pacientes con respuesta inadecuada al TAD  expresó frustración y un 27,4% desesperanza.6

En el estudio STAR*D, el efecto en la calidad de vida de los tratamientos secuenciales disminuyó progresivamente10 y los pacientes que no alcanzaron la remisión tuvieron una menor probabilidad de lograr una calidad de vida normal.

 

Eficacia demostrada del tratamiento complementario sobre los síntomas

Michael Thase, de la Perelman School of Medicine de la University of Pennsylvania, EE. UU., explicó que el interés por los resultados subjetivos ha aumentado y el concepto de éxito ha evolucionado. En este contexto, el tratamiento complementario con un antipsicótico puede mejorar los resultados.

Respecto a los pacientes que muestran una respuesta inadecuada a un antidepresivo en monoterapia, organismos profesionales como la American Psychiatric Association y el National Institute for Health and Care Excellence del Reino unido, tienen una confianza clínica moderada o sustancial en los antipsicóticos como tratamiento complementario.11-16 El Profesor Thase señaló que entre estos fármacos se incluyen los agonistas parciales del receptor D2.

Los antipsicóticos de segunda generación han obtenido tasas de respuesta y remisión significativamente más altas que un placebo como tratamientos complementarios del TDM tras el fracaso de la monoterapia.17 Han demostrado su eficacia frente a los síntomas depresivos,18 aunque muchos pacientes continúan experimentando deterioro funcional a pesar del tratamiento complementario.19

 

Beneficios más allá del control sintomático

El Profesor Thase afirmó que, por consiguiente, son necesarios tratamientos que logren beneficios adicionales al control sintomático y que faciliten la participación del paciente en la vida familiar, social y laboral.

El compromiso vital del paciente abarca resultados que reflejan la realización personal, el bienestar y la participación en actividades valiosas y significativas

Roger McIntyre, de la University of Toronto, Canadá, también analizó el concepto de “compromiso vital del paciente”, que incluye resultados que reflejan la realización personal, el bienestar y la participación en actividades valiosas y significativas.  

Estos elementos, que van más allá de la mejoría de los síntomas nucleares, se pueden medir mediante una subescala de diez ítems derivada del Inventario de sintomatología depresiva (autonotificado).20,21

Esta subescala de compromiso vital del paciente permite determinar los efectos beneficiosos del tratamiento con un agonista parcial del receptor D2 administrado por vía oral. Los datos combinados de tres estudios fundamentales señalan que 8 de los diez ítems mejoraron significativamente desde la vista basal hasta la semana 6 entre pacientes que recibieron tratamiento antipsicótico complementario. 20

Las tasas de respuesta fueron más altas con el tratamiento complementario que con un placebo (37,7 % vs. 26,2 %), se asociaron con una mejoría del funcionamiento21 y, lo más crucial, la mejoría del compromiso vital del paciente se asoció con una mejoría funcional.21

 

Otsuka y H. Lundbeck A/S proporcionaron ayuda económica para la formación para este simposio satélite del Congreso Virtual del CINP de 2021.

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Referencias

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