Nuevos indicios del vínculo entre la estructura cerebral y la polaridad

En el Congreso de la EPA de 2021, Delfina Janiri, de la Universidad La Sapienza de Roma, explicó que la polaridad depresiva predominante está relacionada  con una reducción del grosor cortical y un menor volumen del hipocampo, especialmente en el subículo y el presubículo. Los pacientes con polaridad mixta o maníaca no muestran las mismas diferencias al compararlas con sujetos sanos de control.

La red internacional ENIGMA (Enhancing Neuroimaging Genetics through Meta-Analysis) ha comunicado que el trastorno bipolar (TB)se asocia con un adelgazamiento sutil aunque significativo de la materia gris cortical de las regiones frontal, parietal y temporal de ambos hemisferios, en comparación con los cerebros de sujetos sanos de control.1

En otro estudio de la red ENIMGA se comunicó una disminución del volumen de áreas subcorticales, en particular el hipocampo y la amígdala, en personas con EB.2

Los estudios de neuroimagen revelan bases biológicas relacionadas con la variabilidad clínica

Delfina Janiri y colaboradores han ampliado este estudio de neuroimagen para analizar si las diferencias observadas entre las personas con TB y los sujetos de control guardan alguna relación con la polaridad predominante.

 

Las diferencias están potenciadas por la polaridad depresiva

Compararon resonancias magnéticas de alta resolución de 150 sujetos sanos de control con las de 172 pacientes ambulatorios con TB, 32 de los cuales con polaridad predominantemente depresiva, 32 con polaridad predominantemente maníaca o hipomaníaca y 108 con polaridad incierta.3 No hubo diferencias significativas entre grupos en la duración de la enfermedad o el tratamiento farmacológico.

Los pacientes con polaridad depresiva o incierta presentaban reducciones del volumen del hipocampo en todos los subcampos en comparación con los sujetos sanos de control, que no se observaron en los pacientes con polaridad maníaca.

Cabe destacar que los volúmenes del presubículo y el subículo de los pacientes con polaridad predominantemente depresiva fueron más pequeños que los de aquellos con polaridad maníaca.

La Dra. Janiri señaló que el flujo principal del hipocampo, es decir, las múltiples conexiones que establece con áreas involucradas en las emociones y la recompensa se hacen a través de estas áreas, y en los pacientes deprimidos observamos una pérdida de la capacidad de regular las emociones y modular la recompensa en función del entorno.

La polaridad predominante tiene correlaciones neurobiológicas e influencia el curso de la enfermedad y la respuesta al tratamiento

 

La polaridad como indicador del curso de la enfermedad bipolar

En un segundo estudio, Delfina Janiri y colaboradores investigaron el rol de la polaridad en la determinación del adelgazamiento cortical, que se había señalado previamente y ahora se ha confirmado, al comparar pacientes con TB con controles sanos.

Las pruebas preliminares también sugieren que los pacientes con polaridad predominantemente depresiva son los que marcan la diferencia.

Comentó que los cambios observados en el hipocampo y la corteza podrían tener una influencia en el curso clínico y la capacidad de respuesta al tratamiento de los pacientes con TB con polaridad predominantemente depresiva. No obstante, son necesarios estudios longitudinales para aclarar la función de estos cambios.

El conocimiento de los mecanismos biológicos relacionados con el TB también avanza con rapidez en otras áreas, tal como ha demostrado el amplio y reciente estudio de asociación hologenómica, en el que participaron más de 20 000 casos y 30 000 controles, que ha identificado 20 nuevos locus importantes.4

Los conjuntos de genes aparentemente implicados en el TB incluyen algunos genes relacionados con la secreción de insulina y la señalización endocannabinoide. 

En comparación con el trastorno bipolar I, el cual parece estar genéticamente relacionada con la esquizofrenia, los datos del GWAS relacionan el trastorno bipolar II más estrechamente con la depresión mayor.  Este hallazgo concuerda con la evidencia clínica de que el TB de tipo II se asocia con un inicio depresivo y con una mayor tendencia suicida.5

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Referencias

1. Hibar DP et al. Mol Psychiatry 2018; 23: 932-942

2. Hibar DP et al. Mol Psychiatry 2016; 21: 1710-1716  

3. Janiri D et al. Bipolar Disorders 2020; 22: 490-7

4. Eli A. Stahl EA et al. Nature Genetics 2019; 51:793-803

5. Carvalho AF et al. J Affect Disord 2014; 163: 56-64