El suicidio se ha convertido en un problema de salud pública importante en todo el mundo. Además, debemos añadir los problemas imprevistos que la pandemia de COVID-19 ha conllevado. La COVID-19 ha cambiado el mundo y ha afectado no solamente a nuestra salud física, sino también a nuestra salud mental. En una sesión de artículos relevantes del Congreso Virtual del Colegio Europeo de Neuropatología (ECNP) de 2020, Gil Zalsman, de la Tel Aviv University, Israel, comentó 4 artículos sobre el suicidio en tiempos de pandemia.
Enfoque de la pandemia de COVID-19 en las poblaciones con enfermedad mental grave.
En personas con una enfermedad mental grave, los desastres tienen un efecto desproporcionado.
En el primer artículo1, Druss destaca el efecto desproporcionado de los desastres en las poblaciones pobres y vulnerables, especialmente en las personas que padecen una enfermedad mental grave. Las áreas de intervención principales son las siguientes: apoyar a los pacientes con enfermedad mental grave, empoderar a los médicos de la atención mental, fortalecer los sistemas de atención a la salud mental y ampliar las políticas de salud mental.
Mortalidad por suicidio y enfermedad por coronavirus 2019: ¿una tormenta perfecta?
Reger y col.2 reconocen la necesidad de establecer intervenciones con distancia social para reducir el contacto entre personas y frenar la diseminación del virus, pero esto supone una alta posibilidad de que aumente el riesgo de suicidio. Las consecuencias secundarias del distanciamiento social incluyen sufrimiento económico, aislamiento social, acceso reducido al soporte de la comunidad y barreras al tratamiento de problemas de salud mental.
Use métodos a distancia en las intervenciones para la prevención del suicidio
A pesar de los desafíos existentes, los autores señalan oportunidades para mejorar los esfuerzos para prevenir el suicido utilizando la telemedicina y otros métodos a distancia en las intervenciones para la prevención del suicidio.
Riesgo del suicidio y prevención durante la pandemia de COVID-19
Las respuestas de la salud pública para atenuar el riesgo de suicidio incluyen intervenciones selectivas individuales e intervenciones universales para el conjunto de la población
Gunnell y col.3 señalan que probablemente, las consecuencias sobre la salud mental perdurarán durante mucho tiempo y alcanzarán su máximo nivel después de la pandemia actual. Comentan las respuestas de la salud pública para atenuar el riesgo de suicidio, con intervenciones selectivas para personas en alto riesgo de suicidio e intervenciones universales destinadas al conjunto de la población. Los factores que deben abordarse incluyen:
- La enfermedad mental
- La experiencia de crisis suicidas
- Los factores de estrés económico
- La violencia doméstica
- El consumo de alcohol
- El aislamiento, el aprisionamiento, la soledad y el duelo
- El acceso a los medios (para cometer suicidio)
- Los informes de medios de comunicación irresponsables
La respuesta se debe producir a múltiples niveles que incluyen el gobierno, los servicios de salud mental, la comunidad, los amigos y familiares, los comerciantes y los medios de comunicación.
El impacto psicológico de la cuarentena y cómo reducirlo: rápida revisión de la evidencia disponible
Brooks y col.4 analizaron el impacto psicológico de la cuarentena, en contraposición al aislamiento, seleccionando 3163 registros para incluir 24 citas. Descubrieron que los factores que provocaron estrés durante la cuarentena fueron la duración de esta, el miedo a la infección, la frustración y el aburrimiento, los suministros inadecuados y la información inadecuada. Después de la cuarentena, los factores estresantes principales fueron las finanzas y el estigma.
La cuarentena puede ser una medida preventiva necesaria, pero con frecuencia provoca un efecto psicológico negativo.
Los autores concluyeron que la cuarentena puede ser una medida preventiva necesaria, pero con frecuencia provoca un efecto psicológico negativo. Las medidas de atenuación a considerar incluyen su mantenimiento durante el menor tiempo posible, ofrecer a las personas tanta información como sea posible y proporcionar unos suministros adecuados.
Llamadas relacionadas con el suicidio a un servicio nacional de chat de crisis en línea durante la pandemia de COVID-19 y el confinamiento.
El Profesor Zalsman finalizó su ponencia presentando datos de un estudio israelí5 que comparó las llamadas a un servicio de chat de crisis en línea de la primera mitad de 2019 (antes de la COVID-19) con la primera mitad de 2020 (durante la COVID-19). El número total de chats (n=6756) fue un 48 % más alto durante la COVID-19. El porcentaje de chats con contenido suicida mostró una correlación positiva con los días transcurridos desde el inicio de la epidemia.
Our correspondent’s highlights from the symposium are meant as a fair representation of the scientific content presented. The views and opinions expressed on this page do not necessarily reflect those of Lundbeck.