¿La reconceptualización de los síntomas negativos conducirá a un tratamiento eficaz?

La reciente reconceptualización de los síntomas negativos de la esquizofrenia promete mejorar el conocimiento de la neurofisiopatología que subyace a la enfermedad y facilitar la identificación de nuevas dianas de las estrategias terapéuticas. Expertos en síntomas negativos, que en los pacientes con esquizofrenia se asocian a escasos resultados clínicos y funcionales y para los cuales no existe un tratamiento psicológico o farmacológico eficaz, presentaron una actualización de sus trabajos en el congreso de la Asociación europea de Psiquiatría (EPA) de 2019.

El Profesor Istvan Bitter, de la Semmelweis University, Budapest, Hungría, explicó que los síntomas negativos de la esquizofrenia aparecen mucho antes que los síntomas positivos, y su contribución al diagnóstico de la esquizofrenia y su naturaleza real han evolucionado desde que el psiquiatra suizo Eugen Bleuler los describió por primera vez, en 1908.

Los síntomas negativos predicen la mala evolución de los pacientes con esquizofrenia

Tanto la Profesora Silvana Galderisi, de la University of Campania Luigi Vanvitelli, Nápoles, Italia, como el Profesor Gregory Strauss, de la University of Georgia, Athens, EE. UU., destacaron los escasos resultados clínicos y psicológicos que obtienen los pacientes con esquizofrenia con síntomas negativos, en comparación con los de aquellos pacientes que no presentan síntomas negativos.

El Profesor Strauss comentó también que, hasta la fecha, ninguna intervención terapéutica psicológica o farmacológica ha probado ser eficaz y ningún fármaco ha recibido la aprobación de la FDA para la indicación de los síntomas negativos. Por consiguiente, el abordaje de la neurofisiopatología de los síntomas negativos para identificar dianas terapéuticas es una prioridad importante.

Conceptualización evolutiva de los síntomas negativos

La falta de atención, la pobreza del contenido del discurso, la prolongación de latencia de respuesta y el bloqueo y embotamiento afectivo se solían calificar como síntomas negativos, pero han sido suprimidos de la descripción de los síntomas negativos, comentó la Profesora Galderisi. Clasificó la conceptualización relativamente reciente y ampliamente aceptada de los síntomas negativos en dos grupos:

  • Una dimensión motivacional experiencial que incluye abulia (falta de motivación), anhedonia (incapacidad de experimentar placer) y conducta antisocial (preferencia por las actividades solitarias)
  • Una dimensión de expresividad reducida que incluye embotamiento afectivo (sin o casi sin ninguna expresión emocional) y alogia (falta de contenido adicional no solicitado en la conversación normal)

El modelo bifactorial frente a la reconceptualización de cinco factores

El Profesor Galderisi también comentó que a pesar de la alta replicabilidad del modelo bifactorial con diferentes instrumentos, medicaciones y fases de la enfermedad, no se ha demostrado que los mecanismos neurobiológicos de los dominios sintomáticos de cada factor sean los mismos. El Profesor Strauss añadió que el modelo bifactorial no ha sido justificado ni estadística ni teóricamente.

El Profesor Strauss explicó que una conceptualización más útil para diagnosticar y tratar a pacientes es el modelo de cinco factores identificado en la Conferencia de Consenso del National Institute of Mental Health (NIMH). Estos cinco factores son: anhedonia, abulia, conducta antisocial, embotamiento afectivo y alogia,1 y este modelo ha sido validado en diferentes culturas e idiomas.2

La reconceptualización de cinco factores de los síntomas negativos es más precisa que el modelo bifactorial

La reconceptualización reduce el solapamiento de los síntomas negativos y las dimensiones cognitiva, desorganizativa y depresiva de la esquizofrenia.

Fenotipificación digital

El Profesor Strauss afirmó que, en la actualidad, los síntomas negativos se pueden evaluar con mayor objetividad mediante la fenotipificación. Las medidas de fenotipificación digital activa incluyen:

  • Encuestas cumplimentadas por el paciente que determinan el goce, la anticipación y el interés por una actividad para diagnosticar la anhedonia; o el goce, la anticipación y el interés por una interacción social para diagnosticar la conducta antisocial
  • Vídeos para facilitar el análisis facial, acústico, léxico y semántico

La conceptualización de cinco factores incluye anhedonia, abulia, conducta antisocial, embotamiento afectivo y alogia

Las medidas de fenotipificación digital pasiva incluyen:

  • Acelerometría telefónica y geolocalización para obtener información sobre la actividad y los movimientos diarios para diagnosticar la abulia
  • Sonido ambiental VOX (interruptor operado por voz) para diagnosticar la alogia

El Profesor Strauss añadió que los cinco dominios pueden tener diferentes correlaciones externas y mecanismos subyacentes, y que la investigación apunta que la abulia podría ser el dominio clave para impulsar los efectos del tratamiento. Estos resultados tienen importantes implicaciones para el diagnóstico mediante el DSM y la CIE, la evaluación y el tratamiento de los síntomas negativos.

Escalas de síntomas negativos y ensayos clínicos en la vida real

El Profesor Bitter señaló la necesidad de llevar a cabo ensayos en pacientes de la vida real que presentan no solamente síntomas negativos primarios y secundarios, sino también diferentes niveles de síntomas positivos, comorbilidades somáticas y factores de estrés social.

También subrayó que el uso de diferentes escalas que producen diferentes magnitudes de efecto ha complicado la evaluación de los síntomas negativos en los ensayos clínicos. Estas escalas son las siguientes:

  • Escala Breve de Evaluación Psiquiátrica (BPRS)
  • Escala de Síntomas Negativos (SANS)
  • Escala de Evaluación Clínica de los Síntomas Negativos (CAINS)
  • Escala Breve de Síntomas Negativos (BNSS)

Abogó por el uso de escalas más nuevas y relevantes, como la escala BNSS.

El uso de diferentes escalas ha complicado la evaluación de los síntomas negativos

Finalmente, el Profesor Bitter advirtió que si bien los síntomas negativos algún día podrán aliviarse mediante fármacos, es probable que también sean necesarios otros tratamientos adicionales para explotar el efecto terapéutico. Comparó esta situación con la prótesis de cadera, que proporciona una nueva cadera al paciente, pero este no recuperará la movilidad sin fisioterapia.

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Referencias

  1. Strauss G, et al. JAMA Psych 2018;75:1271–9.
  2. Ahmed A, et al. Schiz Bull 2019;45:305–14.