Invirtiendo en la recuperación: transformando la intervención en acción

En todo el mundo, la recuperación -que el ponente David McDaid, Londres, Reino Unido definió como la capacidad de los sujetos afectados para disfrutar de una vida con sentido y satisfactoria- se considera un objetivo clave de la medicina, incluida la salud mental. Sin embargo, independientemente de cuánta ciencia de alta calidad se lleve a cabo para intentar lograrlo, las implicaciones de cualquier hallazgo científico que alcance este objetivo deben comunicarse adecuadamente a los responsables políticos de los diferentes sectores con el fin de lograr un impacto amplio. Como comentó el Dr. McDaid a la audiencia de la conferencia de la SIRS de 2018, lo primero que los políticos preguntarán siempre será “¿cuánto costará?”. En este perspicaz y entretenido simposio, explicó cómo transformar intervenciones en acciones.

Se están perdiendo oportunidades

Los argumentos morales y económicos para invertir en recuperación están en buena consonancia. El impacto que tiene la enfermedad mental sobre la salud física y mental del paciente a largo plazo, incluidas la ausencia o la pérdida de oportunidades laborales y educativas, además del impacto que posteriormente tiene la enfermedad mental sobre sus seres queridos, es bien conocido y debe ser abordado. No obstante, los recursos no son ilimitados y es necesario tomar decisiones sobre qué intervenciones favorecer. Por consiguiente, cuando se inicia un estudio de intervención, es fundamental considerar los argumentos económicos, no únicamente su rentabilidad y asequibilidad. El Dr. McDaid sugirió que en la actualidad muchas oportunidades de recibir apoyo se pierden, y dijo: "Incorpore argumentos económicos en su trabajo, ya que no se trata solamente de ahorrar dinero, sino de gastarlo mejor y de manera más eficiente".

Los argumentos morales y económicos para invertir en recuperación están en buena consonancia.

Sin embargo, es importante no hacer un uso limitado de la información económica, sino ir más allá y presentar los argumentos e impactos dentro de un sistema y contexto político más amplios. Esto significa que, al planificar ensayos de intervención e intervenciones en la vida real, se deben considerar los aspectos económicos de los impactos en los diferentes sectores afectados por las enfermedades mentales.

El Dr. McDaid citó un ejemplo de una intervención en psicosis. El coste anual de la esquizofrenia en Inglaterra es de unos 12.000 millones, aunque los costes de atención sanitaria solo representan el 25 % de esta cantidad. El sector del bienestar, las escuelas, la justicia penal y la policía solo son algunos de los sectores directamente involucrados en la gestión de la esquizofrenia, y cada sector tiene un responsable de presupuestos. Demostrar a los responsables de presupuestos de cada uno de los sectores la relación coste-beneficio para contribuir a la gestión de la psicosis facilitará mucho su convencimiento y apoyo.

El coste anual de la esquizofrenia en Inglaterra es de unos 12.000 millones de libras esterlinas, pero los costes de la atención sanitaria solo representan el 25 % de esta cantidad

¿De vuelta a la universidad?

El Dr. McDaid también se refirió a la educación asistida para personas con psicosis. Indicó que, sin embargo, actualmente hay pocos datos económicos que apoyen esta estrategia, lo cual es sorprendente dado que la psicosis afecta, principalmente, a la población más joven. Comentó que parece obvio que las personas con psicosis deben recibir apoyo para que se reincorporen a algún tipo de formación, teniendo en cuenta la mejora en la productividad a lo largo de la vida que puede producir el logro de calificaciones académicas incluso modestas en una persona sin psicosis.

 

Carencia de datos económicos

El empleo y la vivienda asistidos son otras áreas en las que se podrían esgrimir argumentos económicos para ayudar a la recuperación de la psicosis. En ambas áreas, lograr que las personas con psicosis tengan un empleo y no estén hospitalizadas conllevaría beneficios inmediatos, no únicamente para los profesionales de la salud, sino también de otros sectores. Sin embargo, también faltan datos de apoyo, a pesar de que está claro que la identificación de resultados y sus consecuencias económicas es crítica para obtener la aceptación de otros sectores.

Los investigadores deben traducir su trabajo en documentos políticos redactados específicamente para influir en los responsables políticos

Comunicación eficaz

¿Por qué? La comunicación eficaz no es un asunto trivial ni específico de la salud mental. Para que una intervención, temprana o de otro tipo, sea aceptada, financiada e implementada, es necesario presentar argumentos comerciales buenos y claros. Con el fin de mejorar la amplitud de las intervenciones precoces en la esquizofrenia y otras enfermedades mentales, es crucial que los médicos e investigadores traduzcan más aún su trabajo en documentos políticos redactados específicamente para influir en los responsables políticos. Dichos documentos deben dirigirse a esta audiencia de responsables políticos, utilizando un lenguaje accesible y evitando el lenguaje científico excesivo. Tal como señaló el Dr. McDaid, los políticos no se pasan el día leyendo revistas.