La depresión se personaliza

La evidencia que deriva de estudios de las diferentes alteraciones fisiopatológicas que ocurren en la depresión demuestran la enorme heterogeneidad de esta patología, la cual puede dar lugar a hallazgos inconsistentes en los estudios y limitar la eficacia de los tratamientos en grupos de pacientes heterogéneos. Por consiguiente, es necesario encontrar formas de agrupar a los pacientes en grupos más heterogéneos de basados en la sintomatología y la neurobiología. Este es el objetivo de la psiquiatría de precisión y conduce a la medicina personalizada. Este enfoque fascinante fue presentado por la Prof. Brenda Pennix, Países Bajos, en su ponencia ante el plenario.

Enfoque de fenotipificación profunda

La investigación del Estudio de la depresión y la ansiedad en los Países Bajos1 se ha centrado en un enfoque de fenotipificación profunda, que analiza la neurobiología y los patrones sintomáticos específicos de los pacientes. Un análisis de clases latentes de los síntomas de 818 pacientes con TDM reveló la existencia de tres grupos de síntomas, que los investigadores categorizaron como: 29 % de los pacientes con síntomas moderados, 46 % con síntomas “típicos” graves (melancólicos) (que incluían pérdida de peso, tendencia suicida y despertar temprano) y 25 % con síntomas atípicos graves (aumento de peso y mayor apetito, hipersomnia y pérdida de energía).2

Los pacientes con grupos de síntomas diferentes también mostraron respuestas fisiológicas y perfiles de expresión génica diferentes

Los dos grupos que presentaban síntomas graves no solo se diferenciaron por su sintomatología, sino también por las características fisiopatológicas. Únicamente el grupo de pacientes con síntomas “típicos” mostró un aumento de la respuesta al cortisol al despertar, mientras que en el grupo con síntomas “atípicos” se observó un claro aumento de los marcadores de la inflamación.3 Estas diferencias también se reflejaron en los perfiles de expresión génica y la proteómica de ambos grupos. El grupo de depresión atípica, que actualmente también se denomina “depresión inmunometabólica” (DIM) mostró patrones de expresión génica y de producción de proteínas indicativos de aumento de la leptina y la resistencia a la insulina y un aumento de los marcadores de la inflamación.4,5

Datos hologenómicos relativos a factores de riesgo genéticos también han demostrado la diferenciación de estos dos grupos de pacientes. Los pacientes del grupo “típico” presentan una elevada vulnerabilidad genética a otras patologías psiquiátricas como la esquizofrenia. Por otro lado, los pacientes incluidos en el grupo de DIM muestran vulnerabilidad genética a la desregulación metabólica, como un IMC alto.6

 

Enfoques terapéuticos estratificados

Estudios recientes han señalado que las características de la DIM son predictivas de una peor respuesta al tratamiento antidepresivo. En el ensayo STAR*D, los antidepresivos fueron eficaces para tratar los síntomas nucleares del TDM, pero no fueron tan eficaces frente a los síntomas atípicos.7

Los tratamientos antinflamatorios han demostrado cierta eficacia en el tratamiento de algunos síntomas de la depresión.8 Otras intervenciones, tales como el ejercicio, también puede contribuir a reducir la inflamación, y fueron las más eficaces en pacientes con características de DIM.9 De manera similar, la activación de conductas alimentarias fue eficaz para controlar los síntomas atípicos de tipo energético del TDM, aunque no los síntomas nucleares.10

La depresión inmunometabólica puede responder mejor a los antinflamatorios y las intervenciones en el estilo de vida que los antidepresivos convencionales

Esto abre la posibilidad de poder identificar más subgrupos homogéneos de pacientes que responderían mejor a los antinflamatorios y las intervenciones en el estilo de vida que a los tratamientos antidepresivos convencionales. Esta posibilidad se está investigando. Asimismo, la DIM no será el único subtipo relevante de TDM, por lo que es necesario ampliar la escala de la investigación de la fenotipificación profunda para identificar otros grupos de pacientes y orientar y optimizar el tratamiento de esta patología compleja.

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Referencias

  1. www.nesda.nl
  2. Lamers F et al. J Clin Psychiatry 2010;71(12):1582–9.
  3. Lamers F et al. Mol Psychiatry 2013;18(6):692–9.
  4. de Kluiver H et al. Transl Psychiatry 2019;9, 193
  5. Lamers F et al. Transl Psychiatry. 2016 Jul; 6(7): e851.
  6. Milaneschi Y et al. Mol Psychiatry 2016;21(4):516–22.
  7. Chekroud AM et al. JAMA Psychiatry 2017;74(4):370–78.
  8. Wittenberg GM et al. Mol Psychiatry 2020;25(6):1275–85.
  9. Rethorst CD et al. Mol Psychiatry 2013;18(10):1119–24.
  10. Bot M et al. JAMA 2019;321(9):858–68.