La dinámica cartera de productos en desarrollo para la enfermedad de Alzheimer aborda muchas dianas fundamentales

Lejos de agotarse, la cartera de productos en desarrollo para la enfermedad de Alzheimer está bien provista, y las dianas de estos fármacos son cada vez más diversas y proporcionan conocimientos importantes para la evolución de nuestra comprensión de la compleja etiología de una patología que parecía tan intratable como devastadora.

De los numerosos mecanismos de acción innovadores que actualmente están en las fases I-III de la investigación, destacan la plasticidad sináptica, la inflamación, el metabolismo y la función vascular entre los fármacos no dirigidos a la tau o el amiloide.

Según un análisis que Jeffrey Cummings, del Cleveland Clinic Lou Ruvo Center for Brain Health, Las Vegas, Nevada, y Cleveland, Ohio, EE. UU., compartió durante el encuentro virtual AAT-ADPD, el 59 % de los fármacos que están en fase III son posibles tratamientos modificadores de la enfermedad, mientras que el 28 % se han diseñado para mejorar los síntomas neuropsiquiátricos y el 14 % para revertir el deterioro cognitivo sintomático.

La cartera de fármacos en desarrollo incluye fármacos dirigidos a una amplia variedad de patologías

Plasticidad y neuroprotección superior

Entre los posibles fármacos modificadores de la enfermedad, el 24 % están destinados a potenciar la plasticidad sináptica o la neuroprotección, el 18 % se han diseñado para abordar la inflamación, la infección o la inmunidad, y el 12 % están dirigidos a modificar el metabolismo o la bioenergética. Estas categorías reflejan el sistema Common AD Research Ontology, CADRO.1)

De los 55 tratamientos potencialmente modificadores de la enfermedad que están en fase II, el 27 % guardan relación con la plasticidad sináptica y la neuroprotección, el 20 % están dirigidos al amiloide, el 11 % al metabolismo y la bioenergética y el 6 % a la vasculatura.

Los cambios en la frecuencia con la que se abordan diferentes mecanismos patológicos reflejan la visión progresivamente más compleja de la etiología de la EA.2 Tal como señaló el Profesor Cummings, cabe destacar que en la actualidad no hay ningún fármaco dirigido a la ApoE4 en fase I-III, a pesar del prominente rol de la APOE4 como factor de riesgo genético.

Se combinarán con fármacos que actúan sobre el amiloide o la tau

De los 121 fármacos modificadores de la enfermedad que se están probando en ensayos de fase I-III, 82 no están dirigidos al amiloide o la tau. El Profesor Cummings comentó que cualquier pequeña molécula actualmente en desarrollo que demuestre ser eficaz para retrasar los síntomas cognitivos probablemente se usará en combinación con terapias anti-amiloide o anti-tau.

Ochenta y dos fármacos dirigidos a mecanismos patológicos distintos al amiloide o la tau están en las fases I-III

La mayor parte de los compuestos que actúan en el sistema vascular3 que están siendo readaptados para la EA modulan el sistema de la angiotensina. Los fármacos destinados a modificar el metabolismo y la bioenergética incluyen sensibilizadores a la insulina y potenciadores de la actividad mitocondrial.

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Referencias

1. Liggins C, et al. Alz Dem 2014;10:405-408

2. Cummings J. Alzheimers Dement (N Y)2019;5: 272–93

3. Liesz A. Science 2019;365:223-4