La importancia de una evaluación sintomática completa

Es bien conocido que los pacientes experimentan la depresión de diferentes maneras y que la depresión se manifiesta con síntomas muy diversos que pueden afectar a las personas en distintos grados.1-4

En consecuencia, identificar correctamente la depresión no es fácil. Pero, una vez se ha diagnosticado, ¿hasta qué punto es importante evaluar cada uno de los síntomas del paciente?

A pesar de que indudablemente los síntomas de la depresión están interconectados, la investigación ha mostrado que la resolución de los síntomasafectivos, que en general se consideran la característica que define el TDM, no siempre predice la resolución de otros síntomas.3,5 En efecto, se ha demostrado que los síntomas cognitivos, como los problemas de concentración, persisten después de la respuesta al tratamiento de los síntomas afectivos del paciente. La investigación ha demostrado que hasta el 46 % de los pacientes continúa experimentando estos síntomas durante los periodos de “remisión”.5

 

Identificar correctamente la depresión no es fácil. Pero, ¿hasta qué punto es importante evaluar cada uno de los síntomas del paciente?

 

Esto es de particular importancia dado el impacto que tienen los síntomas cognitivos sobre la capacidad de funcionamiento de la persona en su vida cotidiana.6,7 Desde el rendimiento laboral hasta el mantenimiento de las relaciones, una disminución del funcionamiento como consecuencia de los síntomas no resueltos afecta de forma considerable a la capacidad del paciente para participar activamente y disfrutar de la vida.8,9

Los síntomas residuales que persisten después del tratamiento de los síntomas afectivos también son importantes factores de predicción de la recaída de estos pacientes, y los estudios demuestran que los síntomas cognitivos o afectivos residuales aumentan, de manera independiente, el riesgo de recaída a los seis meses, en comparación con aquellos pacientes que no presentan ningún síntoma.10

No tratar estos síntomas compromete la probabilidad de que el paciente alcance la recuperación funcional y favorece el riesgo de recaída.6,7,10 Es fundamental realizar una evaluación sintomática completa que incluya síntomas afectivos físicos y cognitivos individuales, con el fin de establecer objetivos terapéuticos relevantes para la vida del paciente11,12 y ofrecerle la mayor oportunidad posible de recuperación completa de la depresión.

Referencias

  1. American Psychiatric Association. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders - Fifth Edition (DSM-5). 2013.
  2. Marazziti D et al. Eur J Pharmacol. 2010; 626(1): 83-86.
  3. Hammar A, Ardal G. Front Hum Neurosci. 2009; 3: 26.
  4. Fehnel SE et al. CNS Spectr. 2013; 25: 1-10.  
  5. Minor KL et al. J Psychiatric Res 2005; 39(4): 145-420.
  6. Habert Jet al. Prim Care Companion CNS Disord 2016; 18(5): doi:10.4088/PCC.15r01926.
  7. Jaeger J et al. Psych Res 2006; 145: 39-48.
  8. Greer TL et al. CNS Drugs. 2010; 24(4): 267-284.
  9. Withall A et al. Psychol Med. 2009; 39(3): 393-402.
  10. Saragoussi D et al. Poster presented at the American Psychiatric Association 169th Annual Meeting. May 14-18. 2016.
  11. McIntyre RS et al. Depress Anxiety. 2013; 30(6): 515-527.
  12. Rosenzweig-Lipson S et al. Pharmacol Ther. 2007; 113(1): 134-153.