Décadas de investigación y de estudio han demostrado que los síntomas cognitivos son una característica nuclear del TDM, que suele persistir, incluso cuando el paciente está en remisión tras un episodio agudo. En la práctica diaria, los médicos a menudo detectan y observan síntomas cognitivos en los pacientes con TDM, pero con frecuencia carecen de los instrumentos o los conocimientos técnicos adecuados para evaluar con certeza y supervisar este aspecto de la patología del paciente.

No se trata de un problema minoritario, sino generalizado

Tal como comentó el Dr. Hamish McAllister-Williams, del Instituto de Psicofarmacología Clínica de la Universidad de Newcastle, en el Reino unido, lejos de ser un área de interés meramente académico o un problema minoritario, los síntomas cognitivos son algo que los médicos clínicos deben conocer y buscar, puesto que tiene un impacto global en la funcionalidad del paciente y su recuperación. Los síntomas cognitivos de los pacientes con TDM incluyen problemas de atención, la memoria y la función ejecutiva y, en la opinión del Dr. McAllister-Williams, puede ser una consecuencia de una alteración subyacente de la atención y de la velocidad de procesamiento.

La Dra. Mahomedy Zubeida, psiquiatra clínico de Sudáfrica, expuso su guía personal para detectar y ayudar a los pacientes que sufren los efectos cognitivos del TDM.

Enseñanzas de la historia

Construir una imagen y recabar información de los pacientes sobre cómo y cuándo aparecen los signos de los síntomas cognitivos.

Animó a los asistentes a que al intentar construir una imagen y recabar información sobre cómo y cuando aparecieron los síntomas cognitivos y cómo afectan a los pacientes que padecen TDM, no se olviden su habilidad para obtener una buena historia clínica. Además de preguntar por posibles patologías comórbidas y factores que puedan haber contribuido a los síntomas cognitivos, tales como diagnósticos psiquiátricos comórbidos o el consumo de sustancias, incluidos el alcohol y la codeína, animó a los médicos a recabar información adicional de familiares y amigos de los pacientes.

Preparados con toda la información esencial

Comentó que, una vez preparados con toda esta información esencial, el paso siguiente es utilizar preguntas muy específicas para explorar con los pacientes cómo se manifiesta los síntomas cognitivos, los esfuerzos que realizan para concentrarse, para obtener un buen rendimiento laboral y para afrontar las obligaciones cotidianas, e intentar determinar si los síntomas cognitivos son temporales o persistentes. El Dr. Zubeida explicó que, una vez recabada esta información, el paso siguiente es averiguar qué podemos hacer en beneficio del paciente.

El Profesor Raymond Lam de la Universidad de British Columbia, Canadá, que presidió la sesión de Intercambio de conocimientos entre expertos, expresó a los asistentes su convencimiento de que existen herramientas sencillas que pueden ser útiles tanto para “diagnosticar” los síntomas cognitivos como para detectar los cambios que aparecen con el paso del tiempo y a lo largo del tratamiento activo del paciente.

Instrumentos básicos

Mientras que el Profesor Lam se centró en los problemas que refieren los pacientes, la Dra. Judith Jaeger ofreció su punto de vista de experto con respecto a un método sencillo y sólido para la determinación de los síntomas cognitivos. La Dra. Jaeger es experta en tests neuropsicológicos para detectar y registrar cambios en la función cognitiva. Comentó que un test sencillo, que proporciona mucha información sobre los síntomas cognitivos en el TDM y que ella elegiría si solo se le permitiese elegir uno, es el test de sustitución de dígitos por símbolos (DSST).

Según la Dra. Jaeger, el DSST proporciona una medición fiable, estable y significativa de los síntomas cognitivos en cuestión de minutos. Comentó que el DSST fue ideado a principios del siglo XX, que durante la Primera Guerra Mundial se utilizó para evaluar el impacto de los traumatismos craneales de los soldados y en la actualidad es tan útil como hace un siglo.

Medidas efectivas

Los ponentes de esta sesión subrayaron la importancia de utilizar ambos tipos de medidas, subjetivas y objetivas, del cambio cognitivo de los pacientes para categorizar y supervisar los cambios que aparecen con el paso del tiempo. La Dra. Jaeger afirmó que es necesario modificar nuestra visión del declive y el cambio, ya que los cambios pueden no ser tan importantes en un paciente como en otro, y lo que los médicos debemos buscar son los patrones de cambio. Los Doctores McAllister-Williams y Jaeger también comentaron que no se debe olvidar que aunque puede parecer que los síntomas cognitivos mensurables que presentan los pacientes con TDM no tienen una magnitud del efecto importante, en comparación con los cambios que afectan a las personas con demencia, su impacto sobre la función del paciente es considerable. Por ejemplo, el deterioro que típicamente se observa en pacientes con TDM cuando la función cognitiva se evalúa con el DSST, corresponde a una concentración plasmática de alcohol de 0,088, determinada también mediante el instrumento DSST.

El Profesor Lam animó a los asistentes a consultar el trabajo del Grupo de trabajo THINC® y el instrumento THINC-it®,  que incluye una versión del DSST y abarca pruebas objetivas y subjetivas, y que se puede descargar de forma gratuita para el diagnóstico y la evaluación de los síntomas cognitivos de los pacientes con TDM en la práctica clínica.