A pesar de que los síntomas de la esquizofrenia son problemáticos para la mayoría de los pacientes que padecen la enfermedad, su presentación clínica, y posiblemente la patología neurobiológica subyacente, varía de un paciente a otro.
Asimismo, en un porcentaje considerable de pacientes los síntomas no se resuelven de manera satisfactoria con medicación antipsicótica y estos pacientes continúan experimentando síntomas problemáticos incluso después de recibir dos o más líneas de tratamiento. Los síntomas negativos y el deterioro cognitivo, que suelen recibir menos atención que los síntomas positivos diagnósticos, suponen un importante problema terapéutico en la esquizofrenia.
En este simposio, el Profesor Christoph Correll presentó los problemas y las estrategias terapéuticas actuales del tratamiento de la esquizofrenia, centrándose en la diversidad presentaciones clínicas, las trayectorias de la enfermedad y los resultados obtenidos en los pacientes con esquizofrenia.
Oportunidades y desafíos en el tratamiento y la prevención de los síntomas positivos
El Profesor Christoph Correll, de la Hofstra Northwell School of Medicine, EE. UU., abrió la sesión presentando la situación actual del tratamiento de la esquizofrenia, que se centra en los síntomas positivos. Señaló que a pesar de que los antipsicóticos son mejores que un placebo para tratar los síntomas positivos, aproximadamente la mitad de los pacientes con esquizofrenia aguda no mejoran en absoluto o muestran una mejoría inadecuada con los tratamientos actuales.1 En alrededor de un tercio de los pacientes, la respuesta observada es inadecuada, incluso después de recibir tratamiento completo con dos o más antipsicóticos diferentes, en cuyo caso la enfermedad se considera resistente al tratamiento.2,3
Como explicó el Profesor Correll, el problema de la falta de respuesta o la respuesta inadecuada al tratamiento no se limita a la fase aguda de la enfermedad, ya que las recaídas repetitivas, que posiblemente son un reflejo de unaprogresión de la enfermedad, aumentan el riesgo de falta de respuesta al tratamiento antipsicótico subsiguiente.4 Por consiguiente, la prevención de la recaída mediante una intervención farmacológica temprana y eficaz es fundamental, no solamente para tratar los síntomas agudos, sino también porque puede modificar la evolución y mejorar el pronóstico de la enfermedad, incluidos los resultados funcionales a largo plazo.5
Una intervención farmacológica temprana y eficaz puede modificar el pronóstico de la esquizofrenia, pero los síntomas persistentes y la resistencia al tratamiento son problemas comunes
Pero, ¿que puede hacerse en la práctica clínica para optimizar los resultados terapéuticos y contrarrestar así la respuesta parcial, la recaída y el desarrollo de resistencia al tratamiento? Según el Profesor, el objetivo debería ser la optimización del tratamiento actual mediante aumentos de dosis en lugar de instaurar tratamientos de refuerzo con otros medicamentos antipsicóticos o no antipsicóticos, que están menos respaldados por la evidencia.6 Señaló que el incumplimiento terapéutico es el factor de riesgo de recaída más importante, y enfatizó la importancia crítica de garantizar el cumplimiento terapéutico del paciente con la utilización de formulaciones inyectables de liberación prolongada como un importante medio para vencer los problemas de incumplimiento del tratamiento de mantenimiento con antipsicóticos orales.7
Mirar más allá de los síntomas positivos para mejorar los resultados del tratamiento
El Profesor Correll destacó la heterogeneidad de la esquizofrenia y amplió el ámbito a todos los dominios clínicos afectados en la esquizofrenia, que incluyen los síntomas negativos, cognitivos, afectivos y motores, además de los síntomas positivos.
Generalmente, con el tiempo, los síntomas positivos disminuyen y se estabilizan con el tratamiento antipsicótico, pero los síntomas negativos y el deterioro cognitivo mejorar menos con el tratamiento antipsicótico y persisten durante la remisión de los síntomas positivos.
Centrándose en los síntomas negativos y el deterioro cognitivo, el Profesor Correll señaló que estos dominios sintomáticos, a pesar de su enorme impacto negativo en los resultados clínicos, el funcionamiento y la calidad de vida del paciente,8,9 suelen abordarse poco como objetivos terapéuticos. Presentó datos de un estudio transversal que indican que los síntomas cognitivos de los pacientes que padecen un primer episodio de psicosis son comparables a los que se observan en pacientes con esquizofrenia crónica.10 Aunque con el tiempo los síntomas positivos suelen disminuir y se estabilizan con el tratamiento antipsicótico, los síntomas negativos y el deterioro cognitivo que preceden el inicio de los síntomas positivos diagnósticos, mejoran menos con el tratamiento antipsicótico y suelen persistir, incluso durante los periodos de remisión de los síntomas positivos.11
El Profesor Correll instó centrarse más en la prevalencia y la carga de síntomas negativos y cognitivos, y a considerar y abordar todos los dominios clínicos relevantes en las fases iniciales de la enfermedad para mejorar los resultados terapéuticos. Finalizó su ponencia resaltando la necesidad de nuevos tratamientos para los pacientes con síntomas persistentes en estos dominios.